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“Un camino donde sí puedes resolver”: conozca algunos métodos para enfrentar un divorcio en armonía.

Updated: Dec 13, 2023

Mediadores familiares y abogadas explican los beneficios de empoderar a las partes para que tengan control del proceso y evitar que el conflicto escale a otras dimensiones.



A continuación compartimos el reportaje publicado en el periódico El Nuevo Día el viernes, 6 de octubre de 2023 por Adriana Díaz Tirado.


Entre 2018 y 2022, 37,885 parejas se divorciaron en la isla, según el Registro Demográfico. (Shutterstock)


Atravesar un divorcio puede ser difícil para muchas personas, incluso más si hay hijos por medio, pero existen métodos que permiten sobrellevar el proceso acentuando en la comunicación y la empatía, empoderando a las partes y guiándoles para evitar antagonismos que exacerben los conflictos en esa etapa.


En años recientes, se han establecido mecanismos por ley para agilizar los divorcios, y también han cobrado relevancia otros acercamientos, como la mediación familiar, que es una de las alternativas que puede preceder o acompañar en este proceso, porque crea las bases para una comunicación asertiva y equitativa.

“Queremos plantear un camino donde sí puedes resolver, pero de una manera en que esa persona que interviene te apoya, facilita la comunicación, las partes mantienen el control, hablan directamente, hay tiempo y espacio para las emociones, para generar empatía y elegir las opciones que sean mejores y les ayude a ambos”, explicó la mediadora Taína Moscoso Arabía, fundadora de la organización sin fines de lucro Acerco, que opera desde la Casa Taft, en el barrio Machuchal de San Juan.


La socióloga y abogada reconoció la falta de educación que existe en Puerto Rico sobre métodos alternos para atender conflictos en una separación.


“En una relación de seres humanos, siempre va a haber conflicto. La pregunta será: ¿cómo lo vas a manejar? Si lo vas a manejar de una manera efectiva para las dos partes o si vas a dejar que se apodere el conflicto y una persona vaya sobre otra”, planteó, por su parte, el facilitador y educador comunitario Luis Calderón Torres, quien colabora con la organización.


Entre 2018 y 2022, 37,885 parejas se divorciaron en la isla, según el Registro Demográfico. El año pasado, se registraron 6,948, equivalentes a una tasa de 2.5 por cada mil habitantes de 15 años o más. La tasa de divorcios, así como la de matrimonios, han ido mermando gradualmente, de acuerdo con los datos oficiales.


La licenciada Mariana Bula López, de la Comisión de Derecho de Familia del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, indicó que, con la aprobación del nuevo Código Civil, en 2020, se redujeron las causales de divorcio a solo dos: consentimiento mutuo y ruptura irreparable. En la actualidad, incluso, no es necesario acudir a un tribunal para completar el trámite, ya que la ley permite que, si las partes están de acuerdo, puedan divorciarse mediante escritura pública ante un notario. “De acuerdo a mi experiencia, antes de la decisión que vayas a tomar, un paso razonable e inteligente sería evaluar si la mediación es una opción para atender ese conflicto o ese deseo para divorciarse”, explicó la abogada.


Bula López sostuvo que también la mediación familiar es una alternativa para que las partes lleguen más receptivas y con mayor entendimiento sobre el proceso legal a un tribunal, ya que facilita la comunicación en caso de tener que acudir a una vista para atender controversias, como la separación de bienes gananciales o custodia de menores.

“Es un espacio para promover la sana convivencia y para que las personas afectadas pueden desarrollar destrezas para, no solo resolver este conflicto, sino para futuros problemas. Atiende también ese interés apremiante del Estado de preservar la unidad familiar y la sana relación entre los componentes de la familia”, subrayó.


Los cambios que conlleva una separación

Moscoso Arabía resaltó que, cada vez que ocurre un cambio sustancial en la vida, como un divorcio, surgirán controversias porque toda una familia tiene que reajustar hábitos, lugares y el tiempo que pasaban juntos. Enfatizó que la mediación familiar requiere tiempo y honestidad para “entender lo que está pasando y tomar las mejores decisiones”.


“Los conflictos familiares tienen una particularidad porque tienen un elemento emocional que es parte del conflicto y está sumamente presente. Lo más difícil es reconocer que hay un conflicto”, subrayó la abogada con más de 20 años de experiencia en mediación.


“Lo que quiero es que mis papás dejen de pelear”, dijo, al reproducir una de las peticiones que más escucha como mediadora, por parte de niños y adolescentes, en casos de divorcios o conflictos familiares.


Tras vivir la separación de sus padres, Moscoso Arabía comprendió, desde muy pequeña, las cosas que le hubiera gustado que pasaran, pero no ocurrieron, lo que la motivó a seguir ampliando sus conocimientos sobre el campo de la mediación familiar en Puerto Rico y otros países, como España.


“Sabía, desde muy temprana edad, cuánto podía afectar a los niños y a las niñas el proceso de separación de los papás, y más cuando no hay diálogo y se convierte en una batalla. En la separación, igual que el parto, hay cambios químicos que, si no se explican, no se entiende qué es lo que está pasando”, señaló.


Cómo manejar el tema con los hijos

¿Cómo comunicarles a los hijos que se van a separar? ¿Qué fechas escoger para cuidar a los menores? ¿Qué cosas mantener confidenciales? Esas son algunas interrogantes que surgen en un divorcio, el cual, de no ser bien manejado por los padres o madres, podría representar un escenario traumatizante para los más pequeños.


Calderón Torres recalcó que los conflictos familiares también tienen mucho que ver con problemas de comunicación. Desde su experiencia en estudios de conducta humana y comunidad, se unió al proyecto de Acerco para brindar herramientas de apoyo emocional en el manejo de conflictos familiares. El educador comunitario detalló algunos de los efectos negativos que podrían tener los entornos de violencia o contenciosos en el desarrollo de los menores y sus relaciones interpersonales en la escuela, en equipos deportivos y otras actividades. “Un proceso de divorcio o de violencia familiar puede afectar hasta tres generaciones. Esto es trauma tras trauma, violencia tras violencia que, definitivamente, no va a producir un espacio de tranquilidad ni un espacio de beneficio para que un país se desarrolle y crezca, si no es todo lo contrario. Es como si viviéramos muchas guerras en un país que ya hay crisis”, advirtió.


Abundó en que uno de los problemas del divorcio es que puede perjudicar las finanzas de una familia. “A nivel económico, las partes pierden, y los menores pierden también porque hay estudios que señalan que las personas, si no lo estaban, pueden hasta caer bajo el umbral de pobreza, y esto añade un estresor a la relación”, comentó.


Moscoso Arabía dijo, por su parte, que los gritos y discusiones pueden afectar emocional y físicamente a los menores. “Estudios reflejan que, desde los 6 meses de edad, ya los niños empiezan a tener dificultades, y hasta los gritos pueden afectar el desarrollo del cerebro”, explicó la socióloga. Advirtió, además, sobre las consecuencias que tiene retirarse la palabra, lo cual, enfatizó, podría producir problemas de autoestima porque se experimenta un rechazo continuo. “Hay gente que piensa que, como cuando se dejan de hablar, no hay o no hubo violencia. Pero el castigo del silencio es la cosa más violenta y destructiva que hay”, dijo.


Otra de las áreas que trabajan en la mediación son los planes de crianza, que pueden ser tanto para personas que todavía conviven, como personas separadas. Además, atienden casos para mediar conflictos por diferencias ideológicas, religiosas, de cargas en la distribución de tareas en el hogar, entre otras.


“Este espacio también será para ofrecer mediación entre adultos y menores. En esas edades de 13 a 16 años, la mediación puede tener grandes beneficios. También descarga esa presión que tiene el adulto de no saber qué hacer o cómo comunicarse. Es un proceso que puede hacer esa casa un lugar más feliz y armónico”, puntualizó Calderón Torres.


Los mediadores de Acerco desarrollaron un formulario en su página para identificar qué personas están listas para iniciar un proceso de mediación. Además, brindan talleres para que más familias conozcan sobre el tema.


“Hay cosas que tienen que llegar al tribunal porque las características de la situación lo requieren, pero, entonces, que lo que llegue al tribunal se pueda atender de una manera mejor y en calidad del servicio que ofrezcan los procesos judiciales”, apuntó Moscoso Arabía.

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